miércoles, 25 de febrero de 2009

PROTECCIÓN ANIMAL: CUESTIÓN DE SALUBRIDAD PÚBLICA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL - Noticia

Con el fin de analizar y expresar la responsabilidad que tiene el Estado y la Sociedad para evitar el maltrato animal, el pasado 12 de febrero se realizó, en el Salón Elíptico del Senado de la República, el Primer Foro Nacional Contra el Maltrato Animal en Colombia.

El foro, que contó con la participación de más de 230 representantes de diferentes entidades protectoras de animales, trató temas como: "Denuncia de Salud Pública: Mataderos clandestinos de caballos", presentado por la Sra. Fabiola Blanco, representante legal de la Fundación Colombiana de Animales, FUNDANI, y "Políticas del INVIMA enfocadas al tema de mataderos clandestinos de caballos y perros", expuesto por la Dra. Dra. Laura Pasculli, Subdirectora de Alimentos del INVIMA.

Durante las ponencias fueron destacadas las diferentes asociaciones protectoras de animales en Colombia por sus esfuerzos realizados en términos educativos, legislativos, de salud pública y del orden de la preservación de las especies de flora y fauna. Sin embargo, se visibilizó la problemática del maltrato animal en todas sus formas y se indagó sobre las medidas tomadas, por parte de las diferentes entidades estatales, sobre el tema.

A su término, Roberto Sáenz, Concejal de Bogotá, se refirió acerca de la creación de un albergue para animales caninos, felinos, equinos y demás animales que padezcan abuso, maltrato o abandono: "Bogotá ya cuenta con 4 millones de pesos para construir el albergue animal de la capital que deberá ser entregado en los próximos meses antes de finalizar el 2009. Se está definiendo el sitio de 5 opciones aportadas por el Distrito".

El proyecto tiene como objetivo controlar los fenómenos de salud pública, como la venta de carne de caballo muerto para embutidos y problemas de movilidad cuando sean retenidos los vehículos de tracción animal que infrinjan las normas de tránsito o estén envueltos en accidentalidad.

Por: Fernando Barajas

La Carnicería de “Lucho” - Perfil

Las baldosas blancas sostienen algunos bultos de papa pastusa, boyacense y sabanera, además de las moras, papayas, cebollas, tomates, lechugas y plátanos, entre otras verduras, que se encuentran ubicados en una de las repisas de la tienda “El Llanero”, donde también se presta el servicio de carnicería reconocida como la más popular del conjunto residencial Supermanzana 7, de la Localidad de Kennedy.

Luis Quiroga, más conocido en el sector como “Lucho”, es la persona encargada de atender la sección de carnes, él es el hijo de Antonio Quiroga, dueño del establecimiento quien le asigno la labor de colaborar con el negocio de la familia encargándose de manejar las carnes. Sin embargo, es un carnicero fuera de lo común: tiene 25 años, es carismático y se gana la confianza de la gente gracias a su calidez, sencillez y pulcritud.

El sitio de trabajo de “Lucho”, está justo a un lado del televisor de la tienda y cuenta con una nevera grande y una pequeña repisa en la que se colocan arepas y los adobos para las carnes. La hora en que esta sección es más concurrida por los vecinos del conjunto es en la noche, según Luis “la hora fuerte inicia desde las 6:30 de la tarde hasta las 8 de la noche, ya después la tienda se desocupa”.

La carnicería de “El Llanero”, es la típica carnicería de barrio, pequeña, sencilla y humilde, que a pesar de su aspecto, es el sitio donde comúnmente los habitantes de la Supermanzana 7 compran su carne, confiados en que están adquiriendo un producto de buena calidad y con óptimas condiciones de salubridad. No obstante, son muy pocos quienes conocen las normas que rigen la calidad del procesamiento y manejo de las carnes rojas en el país.

En consecuencia, durante este año cinco jóvenes estudiantes de periodismo investigarán acerca de la calidad de la carne que consumen a diario los habitantes de la Localidad de Kennedy. Se interrogarán por el procesamiento de ésta y por sobre todo, intentarán comprender la accesibilidad de la normatividad en carnicerías como la de “Lucho”, debido a que representan el lugar donde la gente del común adquiere sus alimentos.

Escrito por:
Natalia Pinilla Márquez