Esta ave de piel blanca, de fácil digestión y versatilidad en el momento de su preparación, es uno de los alimentos que más consumen los capitalinos.
Resulta ser económico con relación a los demás tipos de carne como el pescado o cerdo y requiere de cuidados especiales para su conservación y distribución.
La carne de pollo fácilmente puede contaminarse con microorganismos, patógenos de carácter nocivo para la salud humana. Éstos varían de acuerdo al tipo y la cantidad de agentes contaminantes que por lo general se adquieren en la manipulación durante el sacrificio, en el tipo de transporte y/o en los índices de contaminación de los lugares de cría de las aves. Entre los patógenos más conocidos esta la Salmonella.
La carne de pollo fácilmente puede contaminarse con microorganismos, patógenos de carácter nocivo para la salud humana. Éstos varían de acuerdo al tipo y la cantidad de agentes contaminantes que por lo general se adquieren en la manipulación durante el sacrificio, en el tipo de transporte y/o en los índices de contaminación de los lugares de cría de las aves. Entre los patógenos más conocidos esta la Salmonella.
Es necesario tener un control y garantizar la seguridad de dicho alimento para prevenir enfermedades de transmisión alimentaria, sobre todo en estos días de semana santa donde la demanda del pollo aumenta. Por ésta razón, Escenario Público estuvo en Distri Pollos y Gallinas de la Plaza de Mercado del barrio 20 de Julio y en la Central de Carnes la Veleñita, ubicada en el sector de Abastos de Bogotá, hablando con expertos en el tema y con el objetivo de brindar a los consumidores recomendaciones importantes para tener en cuenta:
En el momento de comprar carne de pollo, usted puede encontrarse con diferentes presentaciones del alimento, ya sea el ave entera, incluyendo la piel, o por piezas individuales y completamente evisceradas. “Para detectar que un pollo este fresco debe tener la piel blanca, sin ningún tipo de manchas y no debe estar pegajosa, así mismo hay que detectar que el olor del alimento no sea desagradable” aseguró Javier Bustamante, carnicero de Distri Pollos. La apariencia verdosa o morada en la carne, el tono oscuro y mucosidad en las alas y el cuello, evidencian signos claros de que la carne no es fresca. “El pollo crudo y eviscerado, estando en la nevera, no debe permanecer allí más de 2 o 3 días. Sí esta congelado puede durar hasta 5 meses” reiteró Bustamante.
Es elemental que cuando decida comprar pollo, se dirija a sitios reconocidos y verifique que los carniceros cumplan por lo menos con las normas básicas de salubridad y manipulación del alimento como: la buena higiene del establecimiento, “los tenderos deben tener las uñas cortas y manos limpias o con guantes, deben mantener los utensilios de corte de la carne limpios y portar uniforme blanco y tapa bocas” sugirió Alexander Castillo, carnicero de la Central de Carnes La Veleñita.
Una vez tenga el alimento en el hogar, debe lavarlo externa e internamente con abundante agua potable. Teniendo en cuenta las recomendaciones anteriores, puede cocinar el pollo a su gusto, entero o en piezas, frito, asado, guisado, al vapor o a la plancha, lo importante es prevenir enfermedades o intoxicaciones.
Recuerde que si encuentra inconsistencias en cualquier establecimiento de Bogotá, Escenario Público le brinda la oportunidad de denunciar o dejar sus comentarios al respecto.
Escrito por: Cindy Castiblanco Herrera